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sábado, 7 de abril de 2012

Dulce Noviembre


    -Nelson si te vas ahora lo que teníamos sera perfecto para siempre.
    + ¡Sara! la vida no es perfecta!
    - Lo único que tenemos es como vas a recordarme y necesito que ese recuerdo sea fuerte y hermoso, ¿no lo entiendes? Si yo se que me recordaras asi podre enfrentarme a todo, ¡a todo! ¡Oh Nelson! ¡tu eres mi inmortalidad!
    + ¡Quiero cuidar de ti Sara!
    - ¡Estaré bien!, me voy a casa, ya saben que voy, necesito hacerlo...
    ¡Tu seguirás aquí tendrás una vida preciosa, la que te mereces!
    + Quiero tenerte a ti.
    - Ya me tienes para siempre, ahora deja que me vaya...
                                                       
                                                      


Todos los días son noviembre Sara y te quiero cada día, es nuestro mes y no tiene por que acabarse, olvido cualquier intento por controlar la vida, la tuya o la mía, 
Vivo para una cosa, para quererte, para hacerte feliz, para vivir intensa y alegremente el presente... 
Noviembre solo conozco eso y no quiero conocer nada más... 

Sexo en Nueva York


-¡Me encanta colorear!
+Y cuando Big pinta, siempre se sale del dibujo.


Y se dio cuenta de que la vida no era eso, la vida es caer y levantarse, y volverse a caer y volver a levantarse; la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, y abrazarte a quien te abrace y a quien no te abrace pues no te abrazas y punto, y no pasa nada. 




Después de todo, los ordenadores se rompen y las relaciones se terminan.  Lo mejor que podemos hacer es reiniciar y respirar. Tantos caminos, tantos desvíos, tantas opciones, tantos errores... BIENVENIDA A LA ERA DE LA PERDIDA DE LA INOCENCIA. 
Nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables...










Cosas que nunca te dije.


-Cuando somos felices no nos damos cuenta, eso también es injusto. Deberíamos vivir la felicidad intensamente y tendríamos que poderla guardar para que en los momentos en que nos haga falta pudiéramos coger un poco, del mismo modo que guardamos cereales en la despensa o recambios de papel higiénico por si se acaba, ¿entiende?
+
¿Por qué necesita recambios?
-¿Y usted no? ¿Ya es bastante feliz?
+
No, no lo soy, pero... No creo que lo necesite. 


La felicidad es injusta.
Qué difícil. Pero me parece que aún es más difícil quedármelo para mí sola. Supongo que por eso lo hago. Tú siempre me preguntabas en qué momento había empezado a quererte. Empecé a quererte exactamente cuando me llamaste para decir que me dejabas. De hecho fue en ese preciso momento cuando olvidé el amor que sentía antes, me olvidé de la ternura y del sexo, de tu lengua, me di cuenta de que lo que había sentido antes no era más que el simple reflejo de lo que era el amor. Descubrí que no te había querido nunca. De repente pensé en aquella torturaba que practicaban en Francia. ¿Sabes qué hacían? Ataban las extremidades de una persona a cuatro caballos y los azuzaban en direcciones diferentes. Pues así es cómo me sentí. Así es cómo me siento. Ahora ya sé lo que es amar. Te amo con esa clase de amor que había rezado por sentir cuando era una adolescente y que ahora rezo por no volver a sentir nunca más.


Puede pasar de todo, ¿verdad? Cualquier cosa. Puedes amar tanto a una persona que tan solo el miedo a perderla haga que lo jodas todo y acabes perdiéndola.  Puedes despertarte al lado de alguien a quien hace unas horas ni siquiera habías imaginado conocer y mírate ahora. Es como si alguien te regalara uno de esos puzles con piezas de un cuadro de Madrid, de la foto de unos ponys o de las cataratas del Niágara; y se supone que ha de encajar, pero no.






Cada vez piensas que en esta ocasión lo harás bien. Que no repetirás los errores o lo que crees que fueron los errores que cometiste la última vez. Pero no es así, claro. No es tan sencillo. Aquella mirada en sus ojos. Aquella conversación sobre los domingos... Por un momento pensé que... en fin, me equivoqué